¿Se imagina que viera usted cada vez que su perro ladra círculos de colores, que chisporrotean ante sus ojos durante un segundo y luego desaparecen como unos diminutos fuegos artificiales? Esto les ocurre a las personas que padecen una anomalía de la percepción llamada sinestesia: cuando oyen,
ven lo que oyen; o cuando tocan, oyen lo que tocan. De los sentidos equivocados hablará Redes esta semana.